La reflexión sobre los monstruos:
El cómic Battling boy, el momento de Aurora West, primera parte. Además de tener un buen dibujo y ritmo dentro de su medio gráfico, cabe señalar que pertenece a una fusión de géneros muy arraigados en la historia de los cómics, como los superhéroes y las historias de detectives. Dicho esto, la obra a la que nos referimos es una muestra de buen hacer, así como una buena documentación, en lo que se refiere a los temas de los que trata. Estos temas son algunos aspectos básicos de los seres humanos, como puede ser el miedo hacia los monstruos. En esta historia los monstruos invaden las noches y atormentan a los humanos (así como los matan se comen a sus hijos etc.), sin embargo nadie había intentado saber más de ellos, eran los otros de una sociedad, y solamente Aurora lo ha intentado, primeramente de pequeña, haciéndose amiga de un monstruo, saliendo muy escaldada de esto ya que ese ser parece ser el asesino de su madre. Por otra parte, años después, es la primera que trata de investigar el por qué, y que verdaderos objetivos persiguen estos seres, no tratándolos como algo inferior e incapaces de razonar, sino que los trata como iguales y busca respuestas lógicas a los hechos que encuentra sobre estos seres.
En definitiva es una historia muy humana, que nos cuenta la relación con los otros que solemos despreciar. Y además nos cuenta la grandeza de cómo los monstruos nos atormentan pero en la medida en la que crecemos nos podemos enfrentar mejor a ellos. Por supuesto estas son solo algunas de las interpretaciones que podemos encontrar en esta obra tan rica, pero hay muchísimas más y todas pueden ser válidas. Desde luego a mí la obra me ha resultado muy sugerente y amena. Toda ella muy bien narrada, y con un dibujo soberbio, desde la atmósfera de la ciudad donde suceden los hechos, hasta todos y cada uno de los monstruos que aparecen en la historia.
Por mi parte recomiendo encarecidamente este cómic, así mismo felicito a Paul Pope por su labor como guionista de esta obra y a David Rubín por plasmarla tan magistralmente. Finalmente me gustaría señalar que aunque me ha gustado mucho el entintado de la obra, debo señalar que por mi parte solicito a las editoriales (tanto la USA como la española que la ha traducido aquí) que estaría genial poder publicar esa obra a color, a poder ser puesto por David Rubín para enriquecer la atmósfera de la obra.
