Comienza hoy
un nuevo día, uno tan bueno como cualquier otro para continuar la marcha en el
camino. La verdad es que me gusta caminar por él, aunque hay que admitir que no
siempre es fácil. En algunos momentos estás más cansado, en otros te planteas dejarlo,
incluso puede que la oscuridad no te deje ver por donde pasas, pero en su
mayoría te levantas con fuerza y andas por él con un cierto ánimo.
Hay muchas
sendas por las que uno puede transitar. Elegir sabiamente ayuda a veces a ir en
una buena dirección, aunque también hay algo del factor suerte al elegir las
bifurcaciones que tomas, pero lo más importante es ser constante y proponerte
pequeños objetivos que te permitan ir avanzando hacia otros posibles mayores.
Estos son los que marcarán tu rumbo, pues no todas las vías se sabe a dónde
llevan, y ni sirve tener el mapa que te hagan otros, pues casi nunca
coincidirán, ni tampoco sirve intentar ir a ciegas porque generalmente te
caerás intentándolo.
A lo largo del recorrido hay que tener en cuenta que debes tratar de esquivar
los baches, no volviendo sobre tus pasos, sino hacia delante pero con la
inteligencia para no caer. No hace falta correr, pero tampoco debes quedarte
mucho tiempo parado. Y debes aprovechar y aprender, no sólo de tu vivencia por
él, sino además, de todas las personas que te encuentres en éste: los que te
ayuden, los que sólo te cruzas (o entrecruzas) y hasta de los que tratan de
hacerte la zancadilla, absolutamente de todos, aunque estén en tu compañía más
o menos tiempo. Y cuando unos tomen caminos diferentes al tuyo, no se sabe si
por azar, os volveréis a encontrar... Lo que es seguro, es que nueva
gente aparecerá en el recorrido y también contribuirán en ti.
Es evidente
que de unos, por diversas razones, te enriquecerás de su compañía más que de
otros, pero en su medida, todos aportarán algo a como ha sido la experiencia de
tu viaje. Y eso es lo que te permite tener una mejor perspectiva para juzgar y
conocer lo que te depare el futuro, el
desconocido camino que se abre con cada nuevo paso que das.
"Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva
a la vida, y pocos son los que la hallan." Mateo 7:14.
"El camino sigue y sigue
desde la puerta.
El camino ha ido muy lejos,
y si es posible he de seguirlo
recorriéndole con pie decidido
hasta llegar a un camino más ancho
donde se encuentran senderos y cursos.
¿Y de ahí adónde iré? No podría decirlo." J.R.R.
Tolkien, El Señor de los Anillos.